Cuando la vida nos augura cambios (ni buenos, ni malos, son cambios, y esto, desda ya, es admirable) nos quedamos perplejos.Las rutinas nos llevan por los caminos de una seguridad ficticia, construída a la medida de nuestra comodidad. Pero son pocos los que saben que la comodidad nos mata, nos mata en vida.
Cuando la vida nos augura cambios, el miedo nos congela. Y necesitamos el calor de los que amamos para volver a caminar.
Pero no hay nada que temer. la vida nos augura cambios desde el momento preciso en que abandonamos nuestro primer lugar cómodo y seguro. Desde que nacemos.Y aquí estamos...
La vida nos augura cambios. O los hacemos.
Vos elegís.