Extrañezas literarias... por Juleia Maris

Si a cada paso extrañas un eco... Si en cada día añoras expectante la noche... Si te sientes un extraño inmerso en este extraño mundo... Este es un lugar para nuestras extrañezas literarias de cada día. Los invito a leerme y a leerse, a escribir y a escribirme. Que cada texto- poema- cuento- lo-que-sea se convierta en un campo de contienda reflexiva, crítica y literaria.

. :: Juleia Maris :: .

viernes, 21 de mayo de 2010

Crónicas de Don Vicente

Crónicas de Don Vicente Nario
 
Personajes:
Chica 1
Chica 2
Don Vicente Nario
 
En el patio de una escuela, dos chicas están haciendo un trabajo. Una toma mate amargo; la otra, una coca- cola.
 
Chica 1: Yo digo que le preguntemos a Don Vicente. Él sabe de todo.
 
Chica 2: No creo que él sepa, se la pasa rememorando viejos tiempos y al final no te responde lo que le preguntás.
 
Chica1: Dale, dale que ahí viene. Yo le pregunto.
 
(Entra Vicente Nario. Se sienta junto a las chicas.)
 
Vicente Nario: ¿Todavía están haciendo la tarea? ¡Vamos, vamos! ¡Al que madruga…! ¿En qué puedo ayudar?
 
Chica 1: Es que debemos hacer un trabajo sobre la Revolución de  Mayo, y tenemos la mente en blanco… No se nos ocurre nada…
 
Vicente Nario: ¿Y qué tienen que hacer? ¿Composición tema: La Revolución ?
 
Chica 2: (Con gesto de cansancio.) No, Don Vicente… Algo más top, alto trabajo, tipo “Gladiator”, pero del 25 de mayo.
 
(Don Vicente la mira perplejo, sin decir palabra. No entendió lo que dijo la chica.)
 
Chica 1: Necesitamos información sobre los doscientos años del Primer Gobierno Patrio, y, con eso, elaborar un trabajo narrativo o informativo.
 
Vicente Nario: Ajá, pero… ¿Qué información necesitan?
 
Chica 2: Information… Qué pasó en estos two hundred years.
 
Chica 1: Es decir, en estos doscientos años, Don Vicente.
 
Vicente Nario: ¡Ah! Gracias por la aclaración. ¿Qué ha pasado en estos doscientos años? Es difícil… Mirá, te puedo decir que doscientos años son los que han pasado desde el primer grito, desde el primer  ¡Basta!, desde el primer ¡Nunca más!
 
( La Chica 1 lo escucha atenta, la Chica 2 se aburre.)
 
Doscientos años de lucha, porque no puede negarse que ha habido luchas y también guerra, y sangre, y seres queridos que, de repente, ya no estuvieron más. Doscientos años de argentinismo, en los que no faltaron aires europeizantes, novelas norteamericanas, poemas rusos y cuentos chinos.
Puedo decirles que hace doscientos años empezó a escribirse una Historia que se dice independiente, que se autoproclama revolucionaria.
Una Historia que no ha dejado de escribirse con frases en francés y palabras en latín, cuyos protagonistas no han dejado de vestirse en Chanel y Versacce, actuado bajo la dirección del Banco Mundial, y con la música de los Beatles.
 
Chica 2: ¡Yes! ¡Me gustan los Beatles!
 
Chica 1: ¡Shhh!
 
Vicente Nario: Durante estos doscientos años, no ha dejado de construirse: desde hospitales hasta Escuelas de la Armada , desde puentes hasta cárceles, desde carteles que dicen “BIENVENIDOS”, hasta carteles que dicen “PROHIBIDO PASAR”. Incluso, aunque la puerta de entrada es chiquita, la Historia tiene una enorme puerta atrás que dice “EXIT”.
Se han escrito historias de todo tipo: novelas románticas (como la de la humilde muchacha que llegó a ser reina), novelas negras (en las que no se descubre nunca al asesino), cuentos fantásticos e inverosímiles, cuentos de terror y de ciencia ficción, en los que los protagonistas desaparecen o huyen en helicóptero…
 
Chica 2: ¡Pero Don Vicente! Ja ja ja ¡Eso no se lo cree nobody!
 
Vicente Nario: Son doscientos años de historias que parecen haber sido escritas con sangre, sudor, lágrimas… y tinta invisible. Está en nosotros que no desaparezca… del todo.
 
Chica 1: Yo creo que sí, que podemos lograrlo. Quizás sea necesario dejar todo atrás…
 
Vicente Nario: No, querida, no se trata de dejar atrás la Historia. Se trata de tenerla presente, para hacer el Futuro.
 
Chica 2: Ok, ok, ya entendí. Yo me voy al cyber. (A la chica 1.) ¿Venís? (Sale.)
 
Chica 1: No, me quedo. Queda mucho aún por hacer ¿Me ayuda usted, Don Vicente Nario?
 
Vicente Nario: Encantado, estoy pa’ servirte.
(Salen ambos.)
 
Telón.